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Retorno a clases presenciales: Desafíos psicológicos y emocionales

Hace dos años, en marzo del 2020, las clases se suspendieron debido a la sorpresiva aparición de la COVID-19, suceso que afectó a muchos estudiantes universitarios quienes tuvieron que adaptarse a recibir clases remotas por medio de aplicaciones digitales.

Ante el anuncio del gobierno para el retorno a clases presenciales, ¿los estudiantes podrían sufrir alteraciones emocionales? Para resolver esta y otras inquietudes, contamos con las recomendaciones de la psicóloga Giannina Cuadra.

“Es probable que luego de dos años de estudio bajo la modalidad virtual, algunos estudiantes experimenten estrés, ya que el retorno a clases implica una readaptación en medio de la incertidumbre producto de esta crisis sanitaria. En ese sentido, este proceso de readaptación requiere una nueva organización en cuanto a horarios y responsabilidades en las diferentes esferas de sus vidas, además de retomar la socialización presencial, situaciones que pueden ser evaluadas como demandantes”.

“Así también, podrían existir casos en donde lograr niveles óptimos de motivación en los estudios sea el mayor reto, esto dependerá de la forma como se vaya superando los efectos de la pandemia en la vida de los estudiantes, gran parte de los alumnos han estado expuestos a problemas de salud de sí mismos y de sus familiares, situaciones de duelo, problemas económicos que incluyeron las dificultades de conectividad para el desarrollo de sus clases, entre otros que han afectado la esfera conativa – volitiva de su personalidad”.

La Lic. Cuadra recomienda que los estudiantes presten atención a ciertas señales para considerar si están padeciendo de estrés emocional, “pueden identificarse señales en cuatro niveles: físico, emocional, conductual y cognitivo. A nivel físico, podría presentarse fatiga, dolores de cabeza y/o estómago, insomnio y/o somnolencia. En lo emocional: irritabilidad, inquietud, angustia, tristeza, baja motivación, temor constante, ansiedad. Sobre lo conductual: aumento o disminución del apetito, necesidad de aislarse, procrastinar, uso de fármacos o sustancias psicoactivas. Finalmente, en lo cognitivo: olvidos frecuentes, pensamientos negativos y devaluantes, así como dificultad para concentrarse”.

Los desafíos que genera el retorno a clases presenciales

La psicóloga Giannina Cuadra nos detalla los siguientes desafíos que deberán enfrentar los estudiantes:

  1. Reconciliación del aprendizaje virtual con el presencial: Así como los alumnos han experimentado dificultades para conectarse a clases y cumplir con las actividades propias del contexto virtual, también han obtenido habilidades y destrezas que podrán aplicar en su retorno a las aulas.
  2. Estado socioemocional: Las experiencias vividas en pandemia y el confinamiento, han sido difíciles y probablemente aún haya que enfrentarse a momentos complejos pues esta no ha acabado. Por ello, habrá que validar las emociones y aceptarlas como parte del proceso.
  3. Mayor sentido de responsabilidad: Para continuar avanzando en el retorno a la “nueva normalidad”, será imprescindible que como ciudadanos y estudiantes se respeten las medidas necesarias para el cuidado de la salud individual y colectiva. Asimismo, cada alumno debe asumir con proactividad, autonomía y compromiso su proceso de aprendizaje.
  4. Capacidad para adaptarse a nuevas formas de organización: Los estudiantes tendrán que convivir con circunstancias diferentes a las que recuerdan en épocas anteriores a la pandemia, la reorganización de las escuelas y universidades representa una nueva forma de interactuar entre compañeros y también con sus maestros.
Recomendaciones para afrontar el retorno a clases presenciales

Ante esta nueva etapa en la vida universitaria, la Lic. Cuadra comparte algunas recomendaciones:

  1. Ver el retorno a clases como una gran oportunidad de construir hábitos positivos para el desarrollo intelectual y emocional. Por un lado, continuarán ampliando sus conocimientos de manera colaborativa con los docentes y compañeros; mientras que, por otro, potenciarán sus habilidades sociales y su resiliencia frente a un contexto aún incierto.
  2. Mantener un estilo de vida saludable, es decir, practicar una buena alimentación, dormir entre 7 a 8 horas, y tener actividad física.
  3. Organizarse a través de algún aplicativo o estrategia, considerando la relevancia de discernir entre aquello que es urgente y/o importante versus aquello que puede esperar.
  4. Continuar con las medidas de bioseguridad necesarias durante el transporte y en el aula.
  5. Solicitar apoyo psicológico y recordar que siempre existe la posibilidad de hablar y ser escuchados.
  6. Es importante mostrar empatía entre compañeros, no todos tienen las mismas formas de readaptarse, algunos requieren más tiempo, tienen un ritmo diferente el cual hay que comprender y respetar manteniendo siempre un clima saludable en el aula.

La Lic. Giannina Cuadra es tutora de la Escuela de Psicología de la Universidad de Ciencias y HumanidadesUCH.

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