Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), por cada millón de habitantes se presentan 50 a 100 casos de cáncer infantil. El 40 % corresponden a Leucemia, un 18 % a tumores del Sistema Nervioso Central, un 14 % a Linfomas y el restante a neoplasias relacionadas a ojos, riñones, huesos, entre otros.

El proceso que atraviesa un niño y su entorno cuando aparece un cáncer es complicado y necesita el acompañamiento constante de un profesional de Enfermería, pues su labor en el antes, durante y después del cáncer en niños es de lo más importante.

La Lic. Doris Alvines Fernández, coordinadora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Ciencias y Humanidades (UCH), resalta a continuación el importante rol que tiene un enfermero en las tres etapas del cáncer infantil.

Etapa preventiva:

El cáncer en niños puede ser engañoso, pues los síntomas pueden ser los mismos que los de una enfermedad viral. Por eso es primordial el rol de un enfermero en esta etapa, ya que instruye a los padres a que estén atentos sobre los síntomas relacionados con el cáncer:

– Fiebre, cansancio, palidez, vómitos, pérdida de apetito y peso, dolor de cabeza, de huesos, articulaciones y espalda.

– Sangrados o moretones, bultos en abdomen, pelvis, extremidades, testículos, ganglios, cuello y cabeza.

– Manchita blanca en el ojo, estrabismo, pérdida de visión, protuberancia del globo ocular.

– Cambios de conducta, trastornos de equilibrio, bajo rendimiento académico.

Etapa de tratamiento:

La docente UCH, Doris Albines, enfatiza que cuando se tiene un paciente infantil con un diagnóstico oncológico, el enfermero trabaja no solo con el niño, sino con la familia y su entorno.

“La tarea del enfermero es fortalecer los vínculos entre el paciente y su entorno, con la finalidad que el niño lleve una vida lo más normal posible, en casa y en el colegio”, expresa la licenciada en Enfermería.

Un enfermero brinda información a todas las partes involucradas para que tengan los cuidados necesarios con el niño. Que sean conscientes de los cambios secundarios que traerá el cáncer; además, que sepan cómo alimentarlo, bañarlo, etc.

Etapa de rehabilitación:

En esta etapa, el profesional en la carrera de Enfermería realiza un trabajo de seguimiento con el paciente. Lo acompaña en su control periódico, lo visita a su domicilio, supervisa continuamente su estado de salud y lo ayuda con el programa de ejercicios.

Asimismo, informa a los familiares los cuidados que deben tener con el niño y está presente en la terapia que debe seguir la familia después de la enfermedad, con el fin que sus vidas retornen a la normalidad.

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